Ventanuco_bajo
En la arquitectura popular manchega, los gruesos muros de tapial suelen estar salpicados por pequeños huecos: ventanucos que cumplían la función de ventilación, más que de la entrada de la luz. En una tierra hostil, con temperaturas extremas, los huecos en la pared eran una pérdida de calor en invierno y de pérdida de frescor en verano. Por este motivo, los ventanucos aparecen distribuidos de forma irregular. La vida en nuestras casas populares se hacía en el patio, un lugar abierto, diáfano, con sombra en verano. Los pequeños huecos en las fachadas además preservaban la intimidad interior, una constante en toda la arquitectura con influencia árabe.
Constituyen una característica arquitectónica a proteger en las reformas y rehabilitaciones, que no siempre es tenida en cuenta.
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