Tesoros Humanos Vivientes
La UNESCO ha elaborado unas directrices para la creación por parte de los estados miembros de la ONU de los sistemas nacionales de “Tesoros Humanos Vivientes” para la salvaguarda del patrimonio inmaterial de la humanidad.
Artesano trenzando esparto
En un pueblo como el nuestro, distinguido por su patrimonio material como de Interés Cultural, nos preguntamos en este artículo sobre el cuidado y reconocimiento de nuestro patrimonio no material.
Es de tal importancia, según la UNESCO, el patrimonio inmaterial de la humanidad, que celebró una Convención para su Salvaguardia en 2003. Según su artículo 2, el patrimonio cultural inmaterial infunde a las comunidades, grupos e individuos un sentimiento de identidad y de continuidad, mientras que su salvaguardia es garantía de creatividad. Sin embargo, una gran parte de los conocimientos y las técnicas asociadas a la música, la danza, el teatro y la artesanía tradicional se encuentran en peligro de desaparición debido a la disminución del número de quienes la practican, el desinterés creciente de los jóvenes y la falta de fondos.
Si aterrizamos en la realidad de Orgaz, todos tenemos certezas de que nuestro pueblo, entendido como comunidad es poseedor de grandes tesoros culturales inmateriales: conocimientos folklóricos, artesanos, una cultura sobre la agricultura, la ganadería, actividades como la caza, etc.
D. Antonio de la Cruz (Hojalatero)
Pero cómo define la UNESCO este patrimonio inmaterial:
El patrimonio cultural inmaterial, o patrimonio vivo, según éste organismo, incluye los usos y expresiones, junto con los conocimientos, técnicas y valores que les son inherentes, que las comunidades y grupos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio se transmite de generación en generación, principalmente de manera oral.
Uno de los medios más eficaces para llevar a cabo la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial consiste en garantizar que los depositarios de dicho patrimonio, los “tesoros vivos” prosigan con el desarrollo de sus conocimientos y técnicas y las trasmitan a las generaciones más jóvenes.
En Orgaz, son admiradas desde siempre aquellas personas que saben realizar alguna labor artesana, viejos herreros, buenos carpinteros, antiguos pastores, agricultores que saben descifrar las cabañuelas, artistas locales, cazadores con fama, laboriosas bordadoras y costureras, oficios como el de calero, etc. Podríamos decir que contamos entre nosotros con numerosos tesoros vivientes, estandartes de una amplia y honda cultura de la que nos gusta participar.
Pablo Rey de Pedraza
La UNESCO propone crear a nivel nacional un sistema de reconocimiento público a favor de los Tesoros Humanos Vivos, de manera que puedan asumir sus responsabilidades en la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial que les corresponda. Estas medidas tratan sobre todo de lograr:
1. la perpetuación y el perfeccionamiento de sus conocimientos y técnicas;
2. la transmisión de sus conocimientos y técnicas a las jóvenes generaciones mediante programas de formación formal o informal;
3. la contribución a la producción de documentos y archivos del patrimonio cultural inmaterial en cuestión (grabaciones audio o vídeo, publicaciones, etc.)
4. la difusión de sus conocimientos y técnicas;
5. cualquier otra misión que pudiera serles encomendada.
Recuperación entendido horno de cal en Orgaz.
Fotografía antigua «caleros Orgaz»
Interior de un horno de cal
El sistema debería alentar también a los jóvenes a adquirir los conocimientos y las técnicas requeridos para interpretar o recrear elementos del patrimonio cultural inmaterial, proporcionándoles el reconocimiento y la audiencia del público a escala comunitaria, nacional o internacional.
Quizá nunca lleguemos a tener un sistema tan bien definido en nuestra localidad. Pero al menos hemos de conservar esa admiración y reconocimiento hacia esas personas que son poseedoras de un conocimiento tan hondo sobre nuestra cultura y sobre nuestra identidad, fomentando su transmisión generacional, y sin las que nuestra comunidad, sería menos Orgaz.
Así hemos de seguir siendo un pueblo creativo y pensar nuevas formas de transmisión para que estos valores, técnicas y conocimientos, no se pierdan y encontrarles su aportación (seguro que enriquecedora) a nuestro tiempo.
BIBLIOGRAFÍA
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